Por más de 50 años, las comunidades de Huaynakana venimos sufriendo los impactos negativos del petróleo en nuestras vidas y nuestro territorio ancestral Kukama. El extractivismo representa una constante amenaza para nuestro territorio, que incluye nuestros ríos, bosques y todos los seres que habitan allí, así como una latente pérdida de nuestra identidad cultural. Nosotras concebimos el territorio como un todo, teniendo las mujeres un vínculo intrínseco con este. El término kukama está compuesto de dos vocablos: ku ‘chacra’ y kama ‘seno’, y significa ‘chacra-seno’ o ‘se amamanta de la chacra’. Dada nuestra prolongada interrelación con los ecosistemas de bosques inundables, propios de la cuenca baja del río Marañón, y nuestra adaptación y convivencia con estos, para las Kukama el territorio y los ríos constituyen un todo. Según nuestra cosmovisión, los ríos son sagrados, pues consideramos que son seres vivos que tienen espíritu. En 2021 presentamos una demanda constitucional para instar al Perú a reconocer al Río Marañón como un ser vivo y como sujeto de derechos y, en consecuencia, a reconocer sus derechos fundamentales, designando a Huaynakana como tutora legal del Marañón - estando facultada para representar los intereses del río. El objetivo de este proyecto es contribuir con la defensa del Río Marañón y a su vez conservar los bosques húmedos (principalmente de aguajales) cuya existencia depende del sistema de cuencas y subcuencas que conforman el Río Marañón y afluentes.